Ya es oficial, Google ha obtenido la autorización del órgano regulador de Estados Unidos para convertirse en operador energético a través de su filial Google Energy. El buscador más famoso y poderoso del mundo ha pasado de ofrecer servicios asociados al correo, mapas y hasta móviles, a anunciar la conexión de banda ancha más rápida del mundo, algo sin duda ambicioso, pero todavía dentro de su campo de acción. Nos olvidamos quizá de que todo está dentro del campo de acción de Google, sobre todo la energía.
Ya en febrero de 2009 anunció su entrada oficial en el mercado de las redes inteligentes de distribución de energía, convirtiéndose en una de las muchas empresas que investigaban nuevas formas para controlar la demanda de electricidad como alternativa a construir más centrales. Así, creó el servicio web PowerMeter, mediante el cual los usuarios podrían controlar el consumo de sus casas o negocios. Pero eso no fue nada, ahora Google Energy tiene permiso para vender energía y servicios asociados.
Ahora mismo, la compañía acumula miles de millones de dólares de anuncios y no necesita tener enormes servicios de atención al cliente ni equipos de reparación remota (la clase de gente que los grandes proveedores necesitan tener en plantilla) para hacerlo. Vender energía es un negocio mucho más práctico.
Google ha manifestado su deseo de llegar a cero emisiones, y con la autorización recibida podrá efectivamente instalar tantos paneles solares y pilas de combustible como quiera sin preocuparse por adquirir demasiada capacidad, pues ahora puede vender la energía extra que genere.
Con esto Google puede hacer realidad aquello de lo que hablaba en 2009: aprovechar sus enormes data centers para proveer servicios de control de consumo energético a edificios comerciales, instalaciones industriales y hogares. Una tarea óptima para las grandes salas de computadores.
El proveer de estos servicios permitirá a Google equlibrar mejor sus recursos de hardware. ‘La búsqueda’ se volverá más barata ya que la administración del hardware podrá ser amortizada con muchos más servicios. Tanto compañías 2.0 como de suministro energético sufrirán por igual el ser superadas en precio por el omnipresente gigante. Los consumidores a su vez, tendrán que aguantar que Googleconsiga aún más información sobre sus hábitos cotidianos.
Cobrar por servicios de gestión y administración de energía es, con todo, un reto. El cliente tipo podría perfectamente echarse atrás al tener de pronto que pagar la factura de la luz a una de las compañías más grandes del mundo, sobre todo si hay otras compañías ofreciendo los mismos servicios.
Pero los consumidores van a pagar por la electricidad de cualquier modo. Si Google combina sus servicios (gratuitamente) con el de electricidad a precios competitivos, los consumidores seguramente irán perdiendo sus reticencias. Será el mejor combo de servicios que cualquier empresa pueda dar. La espectación ya está creada.
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